AYIL
Talamanca.
La fuerza de la palabra hace que me suden las manos, solo decirla implica lo desconocido, lo abandonado, lo inexplorado.
Hace unos meses encontré en los mapas de 1961 dos lagos de montaña que parecen tener una catarata escondida.
Al traslapar la ortofoto del 2005 y las imágenes de Google Earth, tuve dos grandes preguntas...
¿Que pasó con los Lagos, todavía existen o han desaparecido ?
¿La catarata de los Lagos todavía existe?
Me preparé por más de 3 meses en las montañas del Braulio Carrillo y estudié nuevas técnicas de navegación vía GPS para buscar esta leyenda. Le dije a mi equipo de más alta confianza y decidimos hacer algo que no tiene registro, algo que se pensaba que era imposible:
La expedición Ayil.
6 días y 5 noches en las montañas de niebla de Talamanca, Parque Nacional Barbilla.
El terreno era totalmente virgen, un machete, ampollas y un bulto era todo lo que tenía.
Nos adentramos en la niebla de las infinitas montañas y bosques eternos de Talamanca, pasamos arboles gigantes, anfibios, serpientes, y caminamos hasta que cayera la noche.
En el camino agreste solo quedaba acampar y desear que el Jaguar no estuviera cerca.
Al caer la noche los felinos nos rodearon el campamento.
En mi pecho una navaja militar, al costado mi machete.
No quedaba de otra más que escuchar a un bosque virgen vivir, esperar la luz de día y con nuestras linternas tratar de ver que era lo que se movía.
La leyenda de los lagos Ayil no me dejaba dormir.
La leyenda de que en estas montañas había una catarata y unos lagos fantasmas, la idea era lo que me mantenía caminando a paso firme por más pesado que era mi bulto.
30 kilos de equipo solo para sobrevivir hacían que cada paso fuera agotador.
Después de un machetazo y pasar un río apareció una aldea de montaña, donde sus habitantes hablaban muy poco español, parecía otro país.
Al principio fuimos forasteros, luego de explicarles a las familias lo que andábamos buscando el Cacique relató la leyenda de los lagos fantasmas...
" Aquí solía haber lagos que reflejaban las montañas sagradas, se teñían de rojo por la sangre que nuestro pueblo derramó protegiendo estas tierras, el tigre negro nos protegió y nos dió estas tierras a nosotros"
_García hace una pausa_
" Cerro Tigre es el hogar de la pantera que nos protege, la pantera protege los lagos, y nos da la catarata"
_Mencionaba García con una voz ronca_
Después de escuchar las leyendas nos acercamos a los Lagos.
Encontramos fantasmas.
La niebla densa ocultaba un bosque petrificado de palmas, un pantano de caña brava donde los caballos se ocultaban en la lluvia.
La noche se aproximaba y una pequeña estela de vapor se formaba en la superficie de pequeñas pozas del río.
Los fantasmas del lago.
A mi espalada el cerro bola, de frente la niebla se difundía entre los cañones del Mítico Cerro tigre, que para los indígenas era el guardián de la tierras.
" Nadie logra subir cerro tigre con vida" me cuenta Maroto.
" El que logre llegar a la cubre logrará ver los fantasmas de los lagos y el aroiris de noche"
_Narra Maroto en mal español_
¿Arco Iris nocturno?
Será que esto es cierto.
Nadie del equipo entendía que estaba pasando en este lugar, lo que sabíamos es que llegaríamos a la catarata en luna llena.
Aquí no hay atardecer, la niebla confunde el tiempo y no se sabe en que momento podrá venir la noche.
La luna llena para Maroto indicaba época perfecta para pescar en el río, cuenta que las tierras cuando existían los lagos abundaban de peces pero cuando desaparecieron la comida se volvió más difícil de buscar.
La incógnita cada vez crecía más:
¿Que ocasionó que los lagos desaparecieran?
¿Porqué los indígenas esconden el relato?
La confianza con los indígenas conforme pasaron los días empezó a crecer y el tema de la pantera o Jaguar negro era recurrente.
Era difícil entender; por más que lo intenté no me quisieron decir que era lo que había hecho que los lagos de montaña más grandes de Costa Rica desaparecieran.
Después de 3 días llegamos a la catarata, tiene un arcoiris eterno de soledad absoluta y verdes brillantes.
La escala de este lugar es monumental, las rocas de la parte inferior de la catarata eran masivas, edificios de piedras negras que observaban la catarata.
Entre los monumentos de piedra se escondía el río.
Nacientes de Aguas Termales en las paredes de la catarata, ahora de temperatura media nos acompañaron bajando el acantilado.
La catarata si existe, una catarata de doble arcoiris.
La catarata mira a hacia el parque nacional La Amistad. En su punto más alto se observa la infinidad de bosque que guarda este lugar, en el borde me doy cuenta lo poco que conozco mi país y lo que falta por explorar.
Desde arriba de la catarata se ve el océano.
Ayil mira al mar y es cuidada por una montaña,
El corazón de Talamanca sigue vivo.
Ayil la catarata de eternos arcoiris.
Ayil es Costa Rica
Ayil somos todos.
Ayil es posible.
Gracias a Felipe Alfaro y Esteban Quesada por ser el equipo de esta expedición.